Ser Invisible

Mucha gente no lo pensaría, ni podría admitir que uno a veces es invisible si, invisible. Uno muchas veces lo es al pasar desapercibido ante los ojos de los demás, tal vez porque los demás andan distraídos o porque uno simplemente no llama la atención.
En algunas ocasiones no nos damos cuenta de la relevancia de algunas cualidades, que a veces se consideran no sólo como características indiferentes, sino hasta como defectos. Tal es el caso, de una característica tan simple como no hacerse notar o ser invisible. No siempre es bueno llamar la atención, en ocasiones es bueno el no ser visto. Tal vez pudiera parecer ilógico.
Me gusta caminar solo y tengo la costumbre de observar a los demás he imaginarme que piensan (cada persona es un mundo), en esos momentos que no he sido notado es cuando aprovecho de observar un poco más de cada quien.
La otra vez conversando con mi prima Rimary le dije que hiciera eso, pero no con una persona mayor sino con un niño jugando, y que se fijara en la expresión de la cara he imaginara que estaba corriendo por su mente. Le dije eso porque estaba estresada por el trabajo y por algunos otros problemas que tenía en ese momento; después me lo agradeció.
Lo hice con la intención de que viera y sintiera en ese momento por los problemas que estaba viviendo ese niño, que seguro eran insignificantes o simplemente no estaban, con lo que uno siente un alivio y le da chance para pensar mejor en los propios en algún momento después.

El corazón invisible y vivo
con el pulso invisible
que silencioso late
como una ráfaga de proyectiles
dirigida al corazón que la dispara.

Mi cuerpo se ha ido
del momento
pero mis ojos recuerdan
sobre todo lo acontecido
como un fiel testigo
de aquel crimen.